Rubi Segundo

Fecha
1733Periodo
Siglo XVIIITipo de barco
GaleónCausa
Un huracánLocalizado
✓Personaje notable
Rodrigo de TorresMando
Rodrigo TorresCapitán
Baltasar de la TorreZona de hundimiento
Tavernier Key, FloridaPuerto de salida
La Habana (CUB)Destino
Cádiz (ESP)Cargamento
Lingotes de oro, vainilla, tabaco, tintes, monedas de plata y indigoEl viernes 13 de julio de 1733, la Flota de Nueva España dejó el puerto de La Habana en su viaje de regreso a España. Al día siguiente, después de avistar los Cayos de Florida, la velocidad y el viento cambiaron bruscamente desde el este. El Teniente General Torres, percibiendo que se aproximaba un huracán, ordenó a sus capitanes volver a La Habana pero ya era demasiado tarde. Al caer la noche del quince, todos o la mayoría de los barcos habían sido empujados hacia el oeste y se habían hundido. Sólo cuatro de ellos consiguieron volver a La Habana y el galeón El África, logró navegar hasta España.
Los funcionarios del ministerio de la marina española en La Habana, preocupados por el destino de la flota, enviaron una pequeña chalupa para buscar los restos de los naufragios; localizada la zona, decidieron incendiar por la línea de flotación los barcos que no podían reflotar ni remolcar para volver a La Habana, de esa manera los buzos podían descender hasta las bodegas de carga.
Cuando se hizo el cálculo final de los materiales recuperados, se comprobó que había más oro y plata de lo que había quedado reflejado en los manifiestos originales, evidencia reveladora del contrabando a bordo de las naves de regreso a España. En la década de los sesenta del siglo XX, se reubicaron la mayoría de los restos asiciados a la flota de 1733 pero todavía existe confusión sobre la identidad de algunos de los barcos ya que los nombres de los mismos y sus ubicaciones, varían en función de los documentos examinados.
El Rubí fue el buque insignia de la flota de 1733, llevaba los tesoros del rey. Según el manifiesto de carga transportaba más de dos mil cajas de monedas de oro y plata, lingotes de oro, cochinillas, añil, vainilla, chocolate y tabaco. Las únicas bajas fueron dos hombres que fueron arrojados al mar, y un marinero que murió aplastado por el timón cuando el barco chocó. Se recuperó la mayor parte de cargamento.
De todos los barcos de la flota de 1733, los restos de El Rubí fueron los primeros que se descubrieron, en el año 1938. McKee construyó en 1949 uno de los primeros museos del mundo dedicados a un naufragio. También compartió el barco con miles de turistas llevándolos a visitarlo en un barco con fondo de cristal. Se hicieron varios documentales de television, esta publicidad y la creciente popularidad del buceo condujeron al descubrimiento de otros naufragios de la flota del 1733. En la década de los 70, el barco de 60 cañones comenzó a hundirse en la arena, y a finales de 1980 estaba completamente enterrado.