San Ambrosio

La flota se encontraba en La Habana.

Las condiciones para la navegación eran complicadas y el capitán general decidió invernar en Cuba. No obstante, cumpliendo al parecer órdenes directas del monarca español, Felipe III, emprendió la travesía hacia España en enero de 1606 con un tesoro de más de ocho millones de pesos.

De los siete galeones de la flota, cuatro naufragaron en los alrededores de las Bahamas por un huracán: Almiranta Santo Domingo, Capitana San Roque de 600 toneladas, Nuestra Señora de Begoña y San Ambrosio.

Se salvaron los galeones San Gregorio, San Martín y San Cristóbal. Los tres regresaron al Caribe. Desde la Habana se envió inmediatamente una expedición para tratar de localizar y rescatar lo que se pudiera del cargamento de los cuatro galeones hundidos pero después de cinco meses de búsqueda infructuosa, los españoles abandonaron la esperanza de encontrarlos.

Un equipo de la Historical Antiquities Resources Management Inc. realizó varias campañas entre 1994 y 1998, y asegura haber encontrado los restos del Santo Domingo y los lugares donde reposaron los otros tres galeones.